"Llevaba poco menos de tres meses en la dirección del periódico, cuando me llegó una carta de un joven colombiano que se ofrecía para colaborar. Estaba tan bien escrita que pensé: Si es capaz de escribir así, es capaz de escribir cualquier cosa."
En efecto, Gustavo Hernández Becerra se coló en el periodismo como escritor de columnas de opinión, y luego como redactor, oficio en el que hay que enfrentarse con cierta habilidad a todo tipo de textos y de situaciones. Por un cierto cuidado hacia los textos y una cierta torpeza con las situaciones, sus compañeros de trabajo siempre lo consideraron más un escritor que un periodista. Algo de razón hay en ello, pues el autor abandonó el periodismo en dos ocasiones. Tampoco es que se haya prodigado mucho como escritor: tiene apenas cinco libros publicados. Sin embargo, su aspiración es la de seguir transitando, aunque sea muy despacio y a ciegas, por los difíciles e imprevisibles caminos de la creación literaria.
El mal de Penélope (abril de 2019) es la segunda novela del autor. En ella, la protagonista somete a un juicio imaginario a su marido, un tipo tramposo y jugador que la ha engañado durante toda la vida y que ahora depende de ella hasta para los actos más íntimos. Como contrapunto a ese lamento airado, la voz de un antiguo amigo de la pareja rectifica la versión de la mujer y confiesa su obsesión por ella.
La cola de las sirenas (abril de 2012). Ciento treinta y siete relatos componen esta nueva entrega
de
Culebron.es, en la que el autor se confirma como gran narrador de historias cortas.
La cola de las sirenas contiene vidas, amores, desamores, pequeñas obsesiones, anhelos, muertes, desconciertos... Todo ello impregnado de un sentido del humor y una ternura que consiguen la sonrisa cómplice y la empatía del lector. El subtítulo de
Relatos para gozar da una idea del propósito con el que están escritos.
Culebron.es (2006) recoge 106 relatos breves en los que se condensan grandes o pequeñas tragedias y miserias cotidianas de hombres, mujeres, ancianos, gatos y hasta un pez-niño.
Código de barras (2004) es la primera novela publicada por el autor. En ella, José Ignacio Parra, un joven cajero de supermercado, intentará por todos los medios impresionar a la mujer que ama. La novela está escrita en clave de tragicomedia, pues ¿hay algo más trágico o más cómico que el amor?

Con
Inventario en domingo (1997), Gustavo Hernández Becerra se dio a conocer como narrador de ficción. El libro reúne diez relatos en los que el autor deja patentes las claves de su escritura: lenguaje sencillo, estilo depurado y un ácido y sorprendente sentido del humor.

En
Los días del tragaluz (2003), el autor reunió cien columnas periodísticas publicadas en el Diari de Tarragona a principios de los años 80 del pasado siglo. Datan de una época en la que Ronald Reagan gobernaba en EEUU, Felipe González en España y Carolina de Mónaco era la reina de corazones. Nadie sabía aún lo que era el SIDA y ni siquiera se conocían los cajeros automáticos.