EL CARRO

Aquesta historia es filo-real

... tiene tela marinera. Nada ejemplar...

 

 

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EL COCHE MÁS RARO EN EL QUE ME HE MONTADO

De como no ser un ejemplo cuando se tiene menos edad de la recomendable para ser un funsionario de provecho y un ejemplo público pa la sociedaz.

CuatroLlanues - Fes clic aquí per veure la imatge en la seva mida originalEl vehículo más original en el que jamás me he montado ha sido en un cuatro latas de color naranja fosforito con capota superior deslizante en el que me monté una madrugada de Final de Año, en aquellos tiempos en que aún tienes granos en el careto.
En aquel coche nos metimos 5 coleguitas. Dos delante, y tres detrás.

Al mando de nuestros destinos, se situó un compadre de juergas, el Chechi, un tipo tranquilote, que llevaba un "pedo" tan fenomenal como el del resto del equipaje. Tras varios intentos infructuosos, puso en marcha la discretita máquina motora. El tubo de escape empezó a soltar humo, y venga a soltar humo. -“Tranqui tíus, que ahola se recalienta la calefacsión, y amo a etá cojoznudos”

Nosotros coreábamos cada acelerón que fotía en punto muerto.

- “¡GUÉ!, .... ¡GUÉ!, .... ¡GUÉ!”

Aún no habíamos salido del parking, cuando empezamos a cantar desafinando que daba gusto. Nuestro piloto mientras tanto, apoyaba su cabeza sobre el volante y la bocina empezó a sonar a toda mecha. Y sin desfallecer, continuaba pulsando con el pie derecho el acelerador:

Rum, rum, rum...

Así estuvimos un huevo de tiempo. Finalmente se decidió a salir. Realizó un millón de maniobras a cámara lenta para sacar la machine de la plaza ande estábamos aparcados, hasta que por fin nos situamos en la carretera.
Una vez metida la segunda, alcanzamos una velocidad de crucero cercana a los 15 km/hora, que mantuvimos durante unos ocho kilómetros hasta llegar a casa.
Se montó una cola del copón detrás nuestra, pitándonos como locos, y nosotros, detrás de pie, sacando la cabeza por el techo, jaleando cada pitada y soltando:

-"¡¡¡ Lentoroooo !!!!, dále caña, Chechi, dále caña!!!",

- "Oooooeeé, ooooeé, ooooeé, ooooeééééé, Caravanaaaaa, ooooeé, ooooeé, ooooeééééé "

... hasta que nuestro piloto, girando el tarro tal cual niña del exorcista, dijo con los ojos chinitos, chinitos y con calma total:

- "¡¡¡ Tranquis tíus, que chevo la ELE, ¿fale?!!!"

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DALT

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