- Tiene un pandero de ensueño.
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Estoy enamorada. Le quiero. Hasta sus pedetes furibundos como estiletes, huelen a rositas en flor.
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¡Espectacular! ¡inenarrable! Incluso a distancia, le hiede el culón. Ahora sólo falta que tras una larga jornada de curro, quiera acurrucarme entre sus sobados sobacos, ¡y a la mierda una tarde de acicalamiento personal! Presioso...
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Nene, constatau: las pinturas de Altamira no perdurarán tanto como la impresión mierdosa de tus palominos. ¡Guarrada de calzoncillos!
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¿Papel de Váter?¿Ezo qué é, no? Sigue así: secándote al aire. Tu culo no atufa a tu paso,... ¡nooooooooo! ¡qué va!
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¡Me mentiste! Tenías que habérmelo dicho. Si hubiese querido asociarme por los siglos de los siglos, amén, con un pocilguero, me hubiese casado directamente con un tocino patanegra, no contigo,... ¡pestoso!
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No te lo diré una vez más: ¡que te seques después de evacuar, cagón!
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Le limpio la ropa sucia, y él me regala con doble ración de palomino y roncha de fresco meadillo incrustado en el calzoncillo. ¡Gracias mi amor! ¡Gracias!
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Se lo compré cho. Su calzoncillo era blanco. Pero tras una jornada de llevanza a tiempo completo, no sabría decir si predomina más el amarillo o el marrón. No sé, no sé... a ver, a ver...
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¡Estupendo! Éte calado que es de la otra acera. Por Snupys. Ahora resulta que le gusta que le remueva la ahorta del culo, más que a un tonto una camisa a cuadros....
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EL CUNILINGUS dactilar y a las bravas, es atrayente. A él le gusta que se lo aplique. Yo soy buena en eso. Pero sin guantes y en su caso, me repulsa hasta las papas de toparme constantemente en la ascensión por el conducto de su estercolero, con gusanitos marrones mal evacuados. Buaj!
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Su culito lo tiene todito: ¡Qué bonito, qué estrechito y qué sonoro!
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Si la potencia destructora de “los trujos pestilentes y gaseosos” de origen anal, se midieran por la variable “tamaño y volumen global del pandero”, mi menda haría tiempo que sería viudo. De una servidora, claro.
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Ahora entiendo por qué no tiene minicadena. Si es que es un auténtico hacedor de sonido kueskal... Lo que él no sabe ni sospecha, es que a rarita no me gana nadie: me casé precisamente con él porque soy una obsesa yonkosibarita de la acústica pedera. Él me sacia...
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Viviendo con él y su cohorte pedal, doy gracias a dios que de niña me quedé medio sorda. Ahora sólo rezo para que un virus maligno me empozoñe las fosas nasales, y finalmente se me caiga la nariz. ¡Nirvana en la Tierra!
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¡Suspitu! Este tipo no es normal: no se peda.
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¡Es un judas!: a diferencia de cualquier machote decente que te avisa de lejos con un ruidako culinario henchido de decibelios, mi morlako los desprende al estilo nenaza: los suelta como un matador silencioso. Acostado a su lado en el sofá, de repente y sin preaviso, una nube tóxica te envuelve con su tufo hediondo kileante. ¡A traición!
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Con él en casa, ya no gasto pasta recargando mi mechero. Se pone en pompa, yo a rebufo y espero nirviosa su pedorreta-explosión. Consumando la operación de “inicción” y al final del camino, su metano topa con la chispa de mi mechero y con el cigarrillo en mi boca. O me lo enciende o requemada pa la UVI.
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Dios me ha castigado. Es definitivo: sufrir diariamente el tufo corrosivo de sus pedos, sólo es mejor que vivir sin aire.
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Cuando en tu hogar metas a un trompetista gaseoso sin instrumento ferroso entre las manos, sigue los pasos auditivos del viejo Beethoven y tira de pinza pa la napia. Lo primero, por evitarte la cuestión sonora; lo segundo, por motivos de supervivencia hogareña en ecosistemas extremos.
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“¿Pa qué despertador?” me dijo. Y claro, entonces no le entendí, hasta que dormí a su lado y desde entonces cada mañana, días tras día, lo mismito: despertares taquicárdicos al son de sus autodenominados “Truenazos matinales al pedo Facundo JoséLuí Torrente 5.0”.
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Con Culito tullidito de pelitos, sobran cojines, ¿eh?
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Eres un fenómeno: tú no tienes un culo normal, tu tienes una fontana peludas con cascada de filamentos tiesos, torrefactos y disecados huyendo de tu cueva, ¡mamón!
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Por mucho que pongas careto de duro “men of Harrelson”, tu culito lleno de granitos rojos, te delata, bebecito imberbe de mi corasón.
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Mi amol y sus nalgas son finas, finas, finísimas. Pa Navidades siempre le compro polvos talco. Nenuco nenuquín...
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¡Sensacional! Tiene más pelo adherido a la superficie cular, que en la testa... ¡Madonna!... ¡Fredo, il peine e los rulos!
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Las estrías mentales te llegan hasta la piel del culo, ¡cacho Piel de naranja!
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Tengo la sensación que por muchas almorranas que él tenga, y yo más, nunca serán suficientes para entender que mis aullidos durante el acto anal, ¡no son de placer, joder!
- Él, mi marido, con su poderío cular, creó la denominación de origen pedera conocida como “el Truyazo” con efectos tabulados en laboratorio: requemación acústica, atmosfera cero ande cae y biodegradación del tejido calzoncillero, convertido a su paso, en deshecho textil taparrabos pestilente. ¡Un crack!
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REGALO "de MAMÁ". Ay Manolo, Manolo. ¡Puñalada trapera! Mismo color, misma forma, mismo tamaño, y misma etiqueta de precio, igual de amarilla, igual de raída e idem de mugrienta. ¡Es más! Se trata del mismo puto jarrón que ví sobre la mesa del comedor en casa de su madre. ¡Es más, querido!... ¡VETE A LA MIERDA!
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UN PASE DE TEMPORADA. Ay Pedro, Pedro. Pedrito Picapiedra. Un pase de temporada de Port Aventura... ¡Pero si vivimos a 1000 kilómetros de distancia, idiota!
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JAMÁS NOS CASAREMOS. Gracias, Paquito. Gracias por confirmarme con tu ridículo presente que nuestro futuro personal, dista de emparejarnos en un futuro. Hoy, tengo menos dudas de ello...
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El COMBUSTIBLE VEGETAL. Es un detallista de narices. Va y me regala un megautensilio superpráctico. Atención: ¡Un compactador de papel de diarios que sirve para crear Ladrillos de Papel Incendiarios para alimentar una chimenea que no tenemos!... ¡sus muelas!
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Una ESFERA REDONDA. ¿Cómo? ¡Sí, sí! Ya sé que te gusta el balompié. A ti. Pero no a mí... así que obsequiarme con... ¿Una pelota de fútbol?... ¡tú estás chalau!
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Un REACTIVADOR. ¿¡Pero tú que te piensas!? ¡Qué sólo tengo 35 años!,... ¿a qué viene un cheque regalo para un Sanatorio de Belleza Rejuvenecedora?
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EL MACHACACOMIDAS. Rememoremos. El año pasado le mandé a la mierda, con su madre; el anterior, se llevó un guantazo en la cara, y el anterior del anterior, lo castigué sin sexo tres meses. ¡Y ni así aprende! Un año más, me regala pa mi cumple otro... ¡Minipímer!... ¡romántico ques mi marido!
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EL TANGA. ¡Qué cielito! 50 años esperando, y por fin me regala un tanga. ¡Qué ilusión! Ahora a ver cómo me pongo esto sin que me engarrule las almorranas, me pille las pellejas del culo o me raje el chichi y me desangre...
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TRES DÉCADA DE OPROBIO. Otra cosa no, pero original es conmigo. En nuestra primera década juntos, estuvo regalándome religiosamente el mismo regalo (asesorado por su madre) año tras año; en la siguiente década, se equivocaba el día pa felicitarme; la tercera década de contacto, escudado en un presunto alzehimer que sólo le afectaba el día de mi onomástica y cumpleaños, no me regalaba nada... ¡Lo que se ahorró el cabrón!
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LA CENITA. Pa una vez que se acuerda de mi cumple, y me invita a cenar... ¡al McDONALDs!... ¡el divorcio, joder, el divorcio!
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EL SUJETA. ¿Quién cojones te recomienda comprarme siempre sujetadores estrechos, talla 80? ¿Es que no sabes que soy madre y megatetona?... ¡Mírame coño, mírame alguna vez!
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La SORPRESA SE LA LLEVARÁ ÉL. Detecto que faltan cinco minutitos para que se acabe mi cumple, y no veo mi regalo por ninguna parte. A él sí que lo veo. Ahí enfrente, desnudándose, y mirándome lascivo. Si se piensa que un buen polvo es el mejor regalo para una esposa, hoy se la casca sólo en el lavabo. ¡Por estas!
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CUESTIÓN DE PASTA. Si por lo que se gasta mi marido en los presentes que me regala, tuviera que medir su amor, en este momento, mi chucho, le gana por goleada.
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LOS VIAJES. ¡Es estupendo! Me colma de regalos cada vez que sale de viaje de negocios. Lo que no me explico es por qué follamos tan poco, no hable de ello y no le apetezca casi nunca, ... ¿me quiere?
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EL ELECTRÓNICO. En cuanto ví que el día de mi cumple íbamos a ir juntos al pabellón a ver un partido de baloncesto, supe que el regalo iba a ser una maldita dedicatoria por el marcador electrónico. ¡Distinto año, misma mierda!
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A la vuelta de la ESQUINA y de NOCHE. Que ha sido rarito y un poquito especial siempre, desde que le conozco, debo admitirlo y es así. Ahora bien, aceptarlo no es lo mismo que tragar con todo. Y eso de que el día de mi cumple acabemos con un buen pedo, los dos en un puticlub de carretera, él suba al piso de arriba con una fulana, y me diga "Una hora nena. Dáme una hora, bajo servido y luego, en casa, te doy también lo tuyo, ¡cachonda!" es la gotita que colma el vaso. ¡Arrevuá, mamón!
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LO ÚLTIMO de lo ÚLTIMO. Ya sé que la llama de nuestro amor, tras años y años de casados, se ha apagado como una vela consumida. Pero que a mis 60 añitos recién cumplidos, me regale pal cumple, "un año gratis en una Residencia de Ancianos", merece la cena con arsénico que le acabo de servir... ¡Amén!
"Te puedes calzar lo que quieras en la cabeza. Te aseguro que sigues pareciéndome un mamarracho, mi amol"
"Ese porte tan Moderno y extravagante, me atrae mucho, pero.... sólo en la intimidad. Así que... ¡tápate de una vez!"
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Tufo lo que es tufo, no. Huele a mierda y punto.
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Lo sensato sería ser incorrectamente sincera y decirle que huele a cerdo. Pero es que me gusta tanto…
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¡Qué bien huele! ¡es estupendo! Me gusta “muchismo”, “muchismo”. Además es tan atento y complaciente. Durante la cena en el restaurante, cuando saqué el desodorante del bolso, le hice levantar los brazos, le solté un spraiazo con precisión en cada axila... ¡Y no dijo nada! Nada de nada. Bueno, sí: puso una cara un poco rara, pero… ¡qué más da! ¡Le quiero!
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No sé, no sé. Voy a volver a abrazarlo, porque no estoy, no estoy segura. NO sé, noooo, no sé exactamente a qué huele, y,… y,… no sé, no sé.
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¡Qué raro! Ha corrido como un jabato tras el taxi a por el bolso que me había dejado expresamente en el auto, ha vuelto, y no huele. No atufa. Ni tan siquiera asoma aguilla por el sobaco. No parece que sude... sospecho... ¿será un cyborg?
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Cada vez que me dice “te quiero”, me da el abracito de “la mojá y la atufá”.
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Un tío que no genera enormes ronchas sudadas en la zona sobacal de la camisa, estilo Camachachín, no es hombre ni es na.
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Ahora entiendo el que siempre lleve camisetas monocolores al salir de casa. En cuanto se remueve un poco, las decora desde la axila al estilo andaluz... con puntitos aguaus de producción propia.
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Este tío no es que transpire.... ¡es que tiene una fuente en la axila y punto en boca!
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¡Qué majo! Me ha pringado hasta la raja con eso de pasarme el bracito por la espalda. Ahora sólo falta que se quite el jersey y me lo escurra por la cara.
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Tu hedor me está fisionando mis fosas nasales con resultado de caida de napia. Querido tocinete, te ruego encarecidamente, que te vayas a tomar pol culo a paso ligero.
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¡Lo que yo te diga! A mi un menda que no supura machosudor pestoso, ni me gusta ni me pone.
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¡Qué asco! Prefiero tu pestilente olor corporal a ese torturador desodorante que usas.
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Por mucha cirugía plástica que tan dau, Nacho, hueles a agüelo que tira de espaldas.
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Por mucho Nenuco que te metas encima, ni bebé serás, ni gilipollas dejarás de ser.
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Nunca pensé que te diría esto, Ernesto: ¡ADIÓS!.... ¡Ah! Y que sepas mi amol, que ni mil bayonetas me harían cambiar de pensamiento. El que tu sueño erótico consista en que te lama el sobaco después de una media maratón, me parece no sólo aberrante y pernicioso para mí, sino de internamiento por la vía urgente... ¡Tú estás chalau!
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Vale que no te quiera y estés un pelín molesto. Pero no por eso tienes que ahogarme con tu sobaco, mamonazo.
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Tengo una buena y una mala noticia. La buena es que ya no puedo oler tus asquerosos sobacos, y por tanto no pienso separarme de tí. ¿Contento?.... Bien. Y la mala es que una viga me cayó encima seccionándome el tabique nasal que quedó aplastado en el asfalto, y ahora tengo pinta de alienígena achatá. ¿Estás contento mi amor?
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Otra cosa no. Pero el que huelas tanto, es ideal para una ciega como yo. Vayas donde vayas, nunca te perderé, siempre te encontraré.
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Tú y yo tenemos un problema. Mi nivel de lívido es inversamente proporcional a tu putrefacto hedor corporal. Y ya se sabe: cuando hay sexo, hay marcheta, ajetreo y sudoración a mansalva.... así queeee.... estoooo, ¿te gusta el onamismo?
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¿Qué? ¿Anestesiando el ambiente con tus axilas o qué?
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Eres un fenómeno paranormal. Incluso haciendo natación sudas como una cerdo y apestas como una mofeta, ¡anormal!
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Por fin encontré mi media naranja. Los dos atufamos por igual. Ahora sólo queda consumar nuestro amor usando cada uno una pinza de tender la ropa clavada en la nariz. ¡Qué romántico!
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¿Se me ha caído la nariz? ¿he perdido el olfato? ¿las cosas han dejado de oler?... ¡noooo! Mi marido ha llegado... ¡muerte a la multivariedad olorosa! El olor a mortaja lo inunda todo…
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¿Qué como consiguió ese puesto tan bueno? Te lo diré: fue a unas oposiciones. No llevaba el temario mu preparado, pero bueno. Se sentó en la sala de espera con el resto de candidatos, alzó los brazos, se puso las manos detrás de la cabeza esperando a que pasara el tiempo antes de entrar al examen, mirando las musarañas y tal, y cuando quiso darse cuenta, estaba solito en la sala. Nadie pudo aguantar tanta peste por metro cuadrado. Único candidato, puesto seguro. ¿Qué te parece mi marido? un crack… ¿eh?
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Nooo, ahíii noooo. Eso es el ojete... ¡¡¡Por ahí noooooo!!!,¡¡¡que acabo de cagarrrr!!!
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Otro que no sabe quitarme el sostén... ¡manco!
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¡Que manos más ásperas! Nivea, neng, nivea. ¡Y como rasca su cazadora!. Perlan, neng, perlán. No le aguanto la cara, me está rasgando la piel ¡Me la hace trizas!. ¿Wilkinson?, ¿wilkinson?... ¡Nooo!, ¡nooo!... Gillette, nen, gillette. ¡Y encima me clava el codo en la tripa, el hijput _.!
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Pues sí. Era cierto lo de que tenía los huevos más grandes que los que pone la Avestruz.
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Es como un gallo: kakarea mucho y mete poco.
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Mierdaaaa.... Es la última vez que prometo felación bucal sin mirar antes. A la vista Grano supuroso a la diestra de la cabeza del rabo. Buaaajjjj!!!!, y encima regalillo sorpresa,... ¡¡requesoncete!!
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¡Qué morbo! ¡Me la clava por detrás!, ... ¡cómo me gussta!... ¡qué lascivo!,... en un lavabo público ¡y es el de los tíos!¡qué emoción, por dios!, y en un bar de mala muerte ¡cómo mola!... pero, pero, ....¡Oh,dios!, ¡qué veo! hay mierda por toda la taza, ¡joder!¡joder!... ¡puajjj!
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¡Qué hombre!¡qué macho! ¡qué butanero! Aquí y ahora, ¡zaska!…. ¡Anselmo, querido mío, aprende un poquito, allende estés currando o lo que estés hasiendo en estos momentos!
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¡Qué pesado!¡Lo que daría porque dejara de comerme la almeja y me la empotrara de una puta vez!
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¡Jodido palique! ¡Concentración, coño!... ¿Por qué no para de hablar?¿qué le he hecho?¿qué le he hecho a este tío, por dios?...
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¿Aún está ahí? ¿la tiene todavía dentro? Menudo parau. Ni respira. Más que un polvo, esto parece un examen final de carrera, ¡qué silencio, la virgen!
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¿Sor frígida?, ¿Sor frígida?, ...¡será cabrón! ¿Por qué me grita eso mientras follamos? ¡Pero si me trincar por todos los bujeros de mi cuerpo!
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¡Ah! ¿Qué la has metido?¿Que ya la tengo dentro?... pos vaya mierda....
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Nadie me ha sedado. Estoy consciente. Soy mujer y estoy aquí, en la cama, acostada, y con ganas de disfrutar y tal....Y este pequepicha... ¿dice que me está follando?... ¡éste flipa... !
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¡Miráculo Dáctil! ¡Qué dedo, nen, qué dedo!
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A veces, cuando me mete los dedos en la concha, no sé si quiere darme placer o trata de encender fuego. ¡Qué paleto!
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Amos a ver: tienes dos manos, un rabo que te cagas, y más ganas de meterla en caliente que un perro en celo. Aquí y ahora, cho, aquí me tienes, en pelota picá, con buena delantera, curvas de ensueño, un trasero portentoso y una almeja más caliente que un volcán. ¿Qué cojones haces leyendo ese libro de instrucciones sexuales?.... ¡incinera esa mierda y clávamela ya, mamón!
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Se le nota que pone ganas, que lo intenta, que lo va buscando, que se esfuerza, que procura darme gusto y tal. Pero chato, afrontémoslo: cuando ese talante está tan lejos del talento sesuá, no hay ná que pelar. Ná de ná, de ná.
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No sabía que pudiera ser multiorgásmica. ¡Menuda máquina! Cómo le da al manubrio mientras simultanea con la derecha, se aplica con la izquierda, y encima le da a la lengua como un lagarto. Este no es humano, no puede serlo...¡menudo gigoló!
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Menos mal que soy pacífica, que no me gusta calentarme, pero todo tiene un límite y este furtivo del sexo me está alterando y mucho. ¿Qué no follamos porque mañana tiene partido de fútbol?... ¡tus muelas!
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¡Qué hombres por dios! Mi antiguo novio era Don Folloneitor. Me dejaba la chirla más escaldada que un huevo al baño María cada vez que quería riki-riki, que era día sí, el otro también. ¡Hasta el moño! Le dejé. Y ahora la cago de nuevo: con todos ustes, les presento a mi actual novio, Santo Tomás SinBrío, gendarme de la posición del misionero y de la maniobra “De cinco minutos, no paso”.... ¿No hay tíos normales por ahí o qué?
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Estoy hasta el lóbulo del niño. Siempre me deja a medias. Tanto fúmbol, tanto deporte que practica, tanto yoga de los weps y luego es un moscardó incontinente. ¡Maldito mediapicha!
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Si no puedes sólo, métete un implante o cálzate una viagra, ¡pero haz algo, por dios, qué inútil!
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Hoy, nueva plusmarca personal: 30 segunditos y va y me pregunta “¿Qué tal?¿te ha gustado, no?”... ¡sus muelas!
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“¿Tengo cara de “Trainer sexual” o qué pasa? Otro debutante en estas lides del amor. A ver iogurín. Lección primera: el conejo y cómo alimentarlo con fogosidad y eficacia en la cama
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Este mes, cariño, te vas de campamentos de verano: ¡a FOLLOLANDIA, a ver si aprendes a cardar de una puta vez, mamonazo!
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¡No pares, no pares!¡Bombea, bribón, bombea!...¡aaah!... ¡justo ahí, justo ahí!... ¡hasta la campanillaaaaa!!!... ¡ahhhhhh!¡aaaahhhhh!
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También tengo cara, ¿¡eh!?
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Dos de cada tres segundos, me los dedica a las tetas. A mis tetas. Es una ventaja: esto me permite relajarme, ir a menudo hecha una piltrafilla, sin maquillar, sin acicalar. Y tan tranquila. No se fija.
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Como continúe sólo mirando "mis peras", ¡le empitono!
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Que tenga los mugrones puntiagudos y mirando pal cielo, nene, no te autoriza a emplearlos como perchas pa tu gorra, ¿eh?
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Ya sé, ya sé que tengo las domingas más grandes del universo mundiá. Soy consciente que dos tetas pueden más que dos carretas. Sé que no hay leche que no brote de ellas. Vale. ¡Pero tío! ¡Que aquí abajo tengo a “la desampará clitoneal” más caliente que un volcán en erupsión, mamonaso!
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Más que chupar, éste succiona... Rojo. Tengo el mugrón pimienta, joder.
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Son simples estos hombres. Más que el mecanismo de un chupete. Desde que le he dejado que me sobe, no para. ¡Qué pulpo!
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¡Me confundió con un tío! Debo revisar mi peinado, la pelusilla de la nariz y buscar algo de silicona...
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¿Rara yo?¿qué me opere?¿y todo por qué uno de mis pezones mira para un lado y el otro, pa lotro lau? ¿es eso raro?
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Mi marido me mama más que mi hijo neonato. ¡Qué pena, penita, pena!
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Menos flipar con mis megatetas, y dame pasta pa operarme la espalda, ¡idiota!
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He perdido mi identidad como mujer, como ser humano, y todo para convertirme en puro y simple objeto de deseo mamario. ¿Qué me queda? ¿qué puedo hacer?... pos ir al Interviú.
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Por ellas, todo ocurrió. El sino de la vida... Me quiso mientras estuvieron tiesas, me abandona cuando caídas.
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Me dijo él: “Sos una experta”. Y de ahí que me animé, y monté el cursito llamado “La cubana no se hase de cualquier modo. Haslo asín”. ¡Forrá, nena, forrá!
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Ese hombre que tengo por marido, suda lo que no está escrito en cuanto le digo lo de “¿Me desabrochas el sostén?”... ¡Es que no tiene ni puta idea, el pobre!
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Se le nota a la legua que no está contento conmigo. Con la parejita. Y si no, ¿a qué viene que siempre me compre sostenes de la talla 140 cuando sólo calzo la 80?
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Él contentito, pero a mi me da la sensación de recautuchado Michelín, que es que no me aguanto.
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Tranquilo, tranquilo. Yo también me asusté la primera vez que me las vi en pelota picá.
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NENE, NENE, que salgas de ahí, joder. Que te vas a ahogar. Que mi otro novio ya se fue pal sielito por lo mismo: Por cubanero.
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¿Por qué cojones, el muy cateto, cada noche antes de acostarme, me tiene que dar un toquecito con su dedito en el mugrón al estilo de lanzamiento de canicas?¿está sonau o se cree que realmente me mola?...¿y encima se ríe, el hijoputa?
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Si me come la chirla como me está comiendo las tetas, aquí me van a oir bramar en el ático.
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No puedo parar. No puedo parar de sobármelas. Si es que no tenía que haberme cambiau de sexo...
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Todas las feas afectadas de elefantiasis en las tetas, casás. Yo, plana y soltera. ¡Relleno, necesito relleno!
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No, no. Si verás, tú. Al final tendrá razón mi madre . ¿A qué viene que se me endurezcan los pezones de excitación cada vez que ese mamonazo de mi marido me llame “puta reputa” ? Si es que...
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JODEEERRRR, siempre lo mismo.... Cuerpo de Chuachenager, titola de Torrebruno. ¡¡¡Estafaaaaaaaaa !!!!
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Es corta pero tronca. ¡Amplia que te cagas! No llega lejos, pero refriega todo lo que entra. ¡Va bene!
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Tío, tío, ¡Que sólo te queda un huevo!
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¡Dios existeeeeeeeeeeeeeeeeee! (Justo después de ver, en vivo y en directo, el pollardón a lo Holmes de la pareja de turno)
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Ya me dijo la Asun que me enfrentaba a un elefante... ¡Menuda trompa!
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Ahora entiendo ese tatú de su hombro: “¡Cuidado con la estaka!”
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Si el Raziguer-Zeta estuviera aquí, te la hacía canonizar!
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Si tuviera una cuerda tan firme como esta pichula, no habría viento, ni huracán que se llevara mi ropa del tenderete. Síiiii, siiii. Voy a darle vueltas a este temita mientras nos revolcamos en la cama. Me interesa, me interesa...
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Menudas venotas por toda la verga. ¡Cómo le reviente alguna con los dientes, me voy a embadurnar a lo “Tomatito”!
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¡Qué chasco! Hiperarrugau y encogido. Espero que lo que le estoy viendo aquí, en el jacuzzi, no sea lo que me espera en la cama, ni de coña. Por su bien, lo espero.
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Desconfiada lo soy. ¡Ojalá siga así mucho tiempo! Menos mal, menos mal que no se me ocurrió tirar a mi fiel consolador cuando conocí a este sujeto. Visto lo que veo, lo voy a necesitar,... ¡y mucho!
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Las he visto raras. Incluso cuando estuve en Pisa. Pero esta, es sin duda alguna la más torcida de todas. ¡Qué barbaridad! ¡The Twisting Man!
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¿Glande?, ¿glande?, ¿ande estás, glandeeee? ¡Sal de la capucha, calvón! ¡Sal!¡Sal!¡¡sal!... ¡Sal de la capucha, caracol!.... ¡saaaaaaal!... (singing) “caracol treu banya, pucha a la muntanya, caracol....”
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¡Será tío resinoso!: Pelos, trocitos de papel de water, mugre diversa, requesón…. ¡Vuá! ¡to padentro y a kaskarla!
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El pito normalito. Muy normalito. Del montón. Eso sí, los huevos no. ¡Son Sandías! Éste, al primer gatillazo, me deja preñá, pero preñá, preñá.
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La tiene fuera. Bien, bien: Erecta. Turgente. Bonita. Espectacular. ¿Y ahora qué?¿Qué hace?... ¿por qué saparta?¿qué hace ahí parau, de pie y con los brazos cruzados?¿a qué viene ese zapateo, como esperando algo?¿qué le pasa?¿espera una aplauso o qué?... ¡aaaaah!,¡ya sé!, voy a limpiarme los dientes...
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¿¡Y ahora qué le sucede!?.... ¡aivalapués! ¡qué se me pajea encima!
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Aprobado raspadito. Cuanta razón lleva la Paqui cuando dice que en cuanto te la clava un negro, todo lo demás parece Liliputiense.
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Chulo es un rato. ¡Por qué lo es! Ahora bien, el presunto sable del que se jacta, se queda en daga, y a poco que suba el nivel de exigencia, no pasa de navajilla suiza... ¡y de imitación de Changai!
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Los pelillos del rabo son tan panocha como los de su tarro. Pelirrojos. De Rojo-Infierno. También detecto que tiene sembrada la zona de pecas. Muchas pecas. Pecolandia... ¿qué hago?¿qué hago?¿empiezo a contarlas?
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Houston, aquí abajo descubierto el planeta “Chollas a lo Afro”. Alunizaje peligroso. Repito: dangerous. Esperando instrucciones, ¡cambio!...
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¡Madonna la saña! Si este italiano tiene más miembro viril en su napia que esa especie de canutillo que le cuelga entre las patas. ¡Porka miseria de Unión europea!
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Fado Manolillo, ¡menudo farolillo! El ancho de banda de Telefónica al lau de esto, no es na.
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¡Morcillón a la vista! Plan de Prevención de Riesgos sexuales activado: Amos a dilatar, amos a dilatar,... ¡venga!¡venga!...
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¡Ostias del Rastafari! Los pelos del culo le asoman por los webs
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¡Menua rapidez de erección! Este debe hacer gimnasia especializada pal miembro. Luego le pregunto ande se entrena y tal.
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¿Cómo decía?, ¿qué tenía el queeé?,... ¿cómo decía que era lo suyo? Un Torpedo, un cañón, un trabuco, un pistolón, una escopeta, un misil, un balazo, un proyectil, un rifle,... Nada de eso. Lo suyo a lo sumo balín escurrimido y con la pólvora mojada. Vamos a evitarnos malos entendidos... Me empieza a doler la cabeza y se lo voy a decir...
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Por fin un tipo con un instrumental sin fisuras: ni peque, ni enorme; ni delgada, ni gordísima; ni torcida, ni rara; ni sucia, ni imberbe. Ná. Normal, normal, normal. Por fin. ¡Bien!
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Se confirma: Si tipo con gorra va, calva segura te mostrará; si imberbe de cara te mola, sobaco peludo le asoma.
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Esto me pasa por caprichosa. Mira que hay opciones. Máquinas eléctricas, maquinillas desechables, depilación láser, y va, y este tío plagada la cara de diminutos y puntiagudos filos como agujas. ¿Por qué le habré pedido un cunilingus?
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¡Jodeeeeer cojo! Pero si hasta por la calle le gritan “¿Cómo cojones has llegado hasta aquí, Torre de Pisa?”.
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¡Es que no me lo creo! Es cierto lo que se decía en el Instituto: en el ombligo de los tíos se acumula la roña, ¿pero por qué? (la novata)
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¡Vayaaaaa! Otro al que se le acumula pelusilla en el ombligo. Y ya van ... (la experimentá que cha lo vio tó)
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Este es de los VOLL-DAMN-MEN. ¡Peazo de tripón!... ja, ja, ¡ni se la ve!
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Cuando me dijo que le llamaban “el negro” y que tenía alguna verruguilla por el cuerpo, nunca pensé que el primer concepto era resultado de lo expansivo de lo segundo.
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Por la foto que me reseñó por interné creía que sería un tipo alto, grande, corpulento. Lo digo porque la imagen ofrecía una cabeza portentosa. La de él. Lo malo, en vivo y en directo, fue comprobar que simplemente era un Cabezudo humanoide metido en cuerpo de enano.
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A este no le suena ni Betkam, ni los ubersexual, ni los metrosexual, ni ná que implique depilación. ¡Oso!
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Cuando se descalza es como soltar una granja de cerdos cagando por la habitación.
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Tiene gracia ese flequillo de lado a lado: le tapa la calva.
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Cuando dijo que se dedicaba al negocio del petróleo, pensé que iba en serio y que me había ligado a un millonetti. Ahora tras un par de encuentros, se confirma que es un sacador nato de mocos. A dedo.
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Cuando está lejos, parece alto. A mi lado, le miro para abajo. Pero cuando me coge de la mano, parezco su madre, llevándole al colegio.
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Menos mal que dista mucho del suelo. Para algo tenía que servir este zoquete… ¡sigue pintando el techo, idiota!
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Excepto por el Calatrava, su mentor, me ha tocado al más feo de la fiesta ¡qué vida perra, por dios!
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Ya veo que ni el dentista pudo con sus dientes. Este verano iremos a las Vegas a disputar un combate amañau. Un par de hostias bien dadas, y dentadura postiza. Perfecta.
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Es tan guapo, tan fuerte, tan atractivo, tan limpio y atento. ¡Pero qué lengua es esa! Toda la superficie rebanada… ¡qué asco!
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No sabía que aún había hombres con una sola ceja en la cara. De lau a lau.
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¡Qué bonito, chato! Tus orejas, a parte de dumberas, albergan la sede central de Llogueras. Lo digo por las matas de pelo que te brotan desde las trompas de Eustaquio, pol lo menos.
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Es curioso. No hace sol, no bebe, es joven, no ha corrido ni hecho ejercicio…. Y su cara… ¡está como un tomate! Este tipo no es seguro. Si me lío la manta a la cabeza con él ¡me deja viuda a los cuarenta!.... ¡a la mierda!
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¡Putana de amiga!¡maldita Choli! Montarme esta quedada con el fulano este. ¡Pero si es alopécico! Con lo que a mí me gustan “los Rastas”. ¡Rediós!
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De frente es casi perfecto, pero a medida que le vas bordeando, por detrás le va asomando…. ¡una chepa! Piensa en algo querida, piensa en algo. ¡Ah, ya sé! Me compro un boleto, se lo refriego y meto una carrera a la fuga…. ¡síiiiiiii!
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Todo él tiene un toque artístico. Nariz roja, pelo a lo afro y pelirrojo. Si por mí fuera, antes de entrar en ese restaurante lo dejaba en un circo, y muá a bailar a la disco.