Cuando no se ve más allá de lo que se está diciendo, no se sabe lo que se dice, aunque uno mismo se oiga lo que está diciendo o lo que está oyendo de otro. Quizá sea más sencillo entender lo de Marx con aquello de "la parte contratante de la primera parte, es la parte contratante de la segunda parte" o algo por el estilo.
Explicarme en estos momentos, no es mi misión. Os remito a esta historia en la que aspirar a ser un perro, un FUNSIDOG, no es lo que parece, ni resulta ser tan insultante como otros quisieran ver.
Guau, guau
INDICE "FUNSIDOG" | |
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FUNSIDOGS: Un estilo de Vida Funsionaril |
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... y otras cosas, serán, serán... |
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... perrunas, serán, serán |
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... Y MUY PRONTO, |
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Como funsionarios hechos y derechos que somos: ¿Tenemos que avergonzarnos por el hecho de que nos llamen vaguetes?¿perros?¿chuchos burocráticos?. Es más, ¿debe asaltarnos el “nirviosismo”, si aún nos queda sangre por las venas?¿hay que reaccionar a este supuesto vandalismo verbal, o podemos seguir durmiendo la siesta?
A mi entender, nuestro pulso funsionaril debe seguir bajo mínimos. Aletargau.
Encarar esta polémica desde otro punto de vista más constructivo, estimulará nuestro optimismo. Nuestra aceptación funsionaril, tal como somos.
Porque, ¿me gustaría ser realmente un puñetero can, con vocación ladradora y tendencias dormilonas?¿tenemos y podemos aspirar a ser unos pasotas en materia de higiene, y por la cuenta que nos trae, unos liberados en la faceta sexual?¿debemos dejar nuestro destino en manos de alguien que vaya a currar por nosotros, asuma las deudas de nuestra dependencia, y por qué no, aprovechar todos sus recursos para fomentar nuestro propio bienestar?.
¿Les suena el tema?¿no?
Ciñámonos a los datos, veamos con quienes nos comparan y de qué modo TRANSCURRE LA TIERNA EXISTENCIA PERRUNA:
- Viven pero no trabajan
- Comen, pero no recogen los platos. Tampoco los cazos.
- Manchan, pero no limpian
- Se rascan mil veces al día, y... ¡les sigue picando!
- Juegan cuando les place.
- Corren sin sentido y nadie les pregunta a dónde van o por qué lo hacen.
- Si hay que destruir por destruir, nada mejor que poner en marcha el poderío de sus fauces. ¡A toda mecha!
- Cuando no juegan, ni comen, descansan. Y cuando no, duermen.
- Duermen una media de 18 horas al día, ¡y siguen bostezando!
- Se refriegan por placer, caiga lo que caiga...¡y que se joda lo refregau!
- Se cagan y se mean donde les suena la bufeta y el esfínter les aprieta.
- No recogen sus excrementos, y si se tercia, los pisan y los esparcen. Ja, ja.
- Ladran a to dios, con excusa o sin ella. Cuando les sale del rabo. ¡Con dos bemoles!
- Se encaran y enfrentan a los de su especie. Es más, se ponen chulos y especialmente gallitos con quienes les pueden dar fino. Pero a ellos se la suda.
- Se lamen las pelotas en público, en privado y ande les pica.
- Los perros, ¿Follan?... ¡Sí! Pero sin condón,... ¡a pelo!
- Las perras, ¿follán?... ¡Sí! Pero no cobran.
- ¿Control de natalidad?...¡qué otros echen cuentas!
- ¿Las perras usan Diu?.... respuesta: ¿Camilo Sesto sabe cantar?
- Cardan sin vergüenza. Delante del amo, de un grupito de monjas o ante niños inocentes que juegan en el parque,... ¿y qué?
- ¿Son fieles a su pareja?... pero,... ¿qué pareja?... ¡a kardar y punto!
- Por la calle, ven y se acercan a otro perro. Se husmean. Se miran fijamente. Dos segundos. Mueven la colita. Y al tercer segundo, se inicia el famoso juego de la “rueda perruna”, llamada así porque, el uno que no se detiene y el otro que no para, y eso es un pitorreo sin fin a por el culo del otro. ¡A ver si lo pillo, a ver si lo kardo!
- En el ñaka-ñá, muchas veces, se quedan enganchaus. Y así van: caminando por la calle con la perra follada a cuatro patas y ellos acoplados a sus espaldas, a dos patitas. Y chinu-chanu, tatu. ¡y no por ello se les caen las pelotas al suelo!... ¡ja, ja!
- Los perros tienen plurimúltiple descendencia. Con distintas perras. Sin harén, improvisando y tal.
- Se trinkan a sus descendientes para generar más descendientes, y... ¡aquí nadie se escandaliza, ni les llama degenerados, ni pervertidos!
- Las perras se preñan de cualquiera, aquí te he visto, aquí te mato. Y si te he visto, no ma cuerdo.
- Las perras paren una jartá, pero sin reclamar pensiones alimenticias. ¡Ni falta que les hace! Para esos están los amos.
- No tienen estúpidos remordimientos de consciencia. ¿Qué es el pecado?¿voy a ir al infielno?...¡uuuuu!...¡uuuuu!
- Si están en celo, follan hasta sin ganas. Y aquí no hay dolor de cabeza que valga, quehaceres que atender o milongas de por medio. ¡Se trinka y a disfrutarla!
Él nunca lo haría...¿el qué?....¡CURRARR!!! |
- Un perro pequeño que no tiene nada que pelar con una perra el triple de grande y de alta, no le detendrá la razón para intentar clavársela. ¿Qué es misión físicamente imposible?... el chucho a lo suyo,... ¡y ya puede granizar!
- No hay divorcio perruno... ¿quién dijo boda?
- Les gusta que les acaricies, morder lo que se ponga a tiro, y refregarse con objetos. A ser posible, limpios. Pa pringar.
- Si hay que purgarse, nada de sal de heno. Al jardín o al descampau ¡A pastar como las vacas!
- Si hay que revolcarse en la arena, o comer tierra, pos se procede y ¡santaspascuas marinero!
- Si les haces fiestas, carantoñas y otras monerías, te mueven la colita. Y si no, la mueven igualmente...¡sin ton ni son!
- Si reciben una patada (¡guau, guau!), colita entre las patas, recogimiento de orejas y ¡agur! A buscar mejor cobijo. Pero sin malos royos, ¡tú cha me entiendes!
- Les encanta tanto, como les importa un güevo, que les menees las tripitas con tu mano. Mientras, te enseñan los genitales, y... ¡tachán!, durante la maniobra, como quien no quiere la cosa, te siguen moviendo su colita. ¡ El espectáculo debe continuar!
- Lamen del piso putrefacto, lleno de todo tipo de mierdecilla microbiana. La saborean, la chupan y aún así, no pillan una enfermedad impronunciable, para a colación seguida, palmarla, ¿por qué?
- Huelen a ras todo el tiempo, y no estornudan “cada dos por tres son seis”.
- Si hace sol, pos desparrame por el suelo y siestorro pa celebrarlo. Sin insolaciones ni malos rollos
- Si llueve, se mojan, y ni paraguas ni pollas en vinagre.
- No llevan ropa ajustada y sin embargo... ¡no pasan frío!
- No lo piden, y aún así, sus amos los llevan a “la pelu”.
- Pillan piojos, y se raskan. Luegooooo... ¿y qué?
- Huelen a perro, y... ¡les importa un comino!
- Aullan, y no son lobos
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TRATA DE ARRANCARTEEE!!!! |
- ¿Qué hay que vacunarse?¿se encuentran mal?¿Les véis en la seguridad social pidiendo hora y tal? ¿haciendo cola?¡Pos noooooo! Que para eso está el dueño y el sirviente veterinario.
- Van a la playa. Se embadurnan. Comen lo que les echen. Y a los cinco minutos, se zambuyen en el agua y no hay “pájara” digestiva que les hunda pal fondo del mar, ¿por qué?
- Cuando se alocan, se piran por ahí. El dueño ya puede desgañitarse, cabrearse y estirarse de los pelos. A su pesca. Ya volveré. Y tras un kaskete furtivo de medio minuto con la caniche del vecindario, pa casa, a comer y a la piltra. Que mañana hay que seguir “con esta puta vida”.
- Tienen un archienemigo: el gato. Nada más verlos, aún siendo cachorros, se les cruzan los cables, y venga a perseguirles, a ladrarles, a acorralarles, volverles a ladrar, y finalmente, zarpazo gatuno, un marramiau de cojones y huida a la estampida del misino. Resultado: perrito marcado, a veces tuerto. ¿Algún problema? No. Si vuelven a ver a otro gatito misifú, pos a perseguirlo, y si hay que recibir, pos se recibe. ¡Con dos ladridos!
- No se quedan calvos, ni se lavan los dientes, ni se maquillan, ni se meten desodorante, ni colonia, ni otras mierdas, y están tan guais del paraguáis.
- Es más, ellos son más manoseados y queridos, que la mayoría de humanos-tío en toda su existencia. Su larga existencia.
- ¿Qué viven relativamente pocos años? Su lema es: “Vive intensamente que tengo prisa por morir”.
- ¿Stress? ¿Viviendo de gorra?,... ¿de qué stress me hablas?
- Y lo mejor de todo: a las 7 de la mañana, va a trabajar Rita la Cantaora.
I love Dogs, I want to be a dog.
¿Malas pulgas, eh?
Llámenme FUNSIDOG, y así me reconocerán.
Y.....¡AL CARALLO CON TODO!
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