BUROCRASIA FIU, FIU
BRONCAS
Palabras Gruesas, desenfreno bucal,...
... Efectivamente. El hombre tiende a perder fuelle por la boca, en vez de por los puños como antaño. Corrijo. No todos.
En una sociedad cada vez más permisiva con la mala educación y con el "yo, me, mí, conmigo" y la ausencia total de respeto por los derechos ajenos, que no son los nuestros, las broncas están a la orden del día.
Cualquier cosa nos provoca, y nos activa para contestar mal, o faltar a las buenas formas. De ahí a que nos matemos con recortadas, existe un paso muy corto, que sólo precisamos dar, "a lo yanki".
Esperemos que la sensación de catastrofismo sociológico se derrumbe con la constatación de que "así, no podemos continuar... por mucho tiempo".
Un par de gruñones se ponen a caldo antes de encontrarse. La cuestión es si finalmente van a darse lo que se prometen, o van a gallear como de costumbre. Por preferir, que se dé esto último...
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BRONCATELEF
Así se ponen a matricular dos tipejos... Típica reyerta oral entre dos machitos apañoles, mantenida vía telefónica, y bajo el cobijo de la distancia entre sus cuerpos. ¿Muere el pez por la boca? Escuchen y lean.
Cuando uno no tiene talante, tiene que tener talento.
Incluso para faltar al que te escucha. Aquí tenemos un ejemplo de dialéctica de guerrilla entre dos sabuesos del fostión.
POR LA BOCA MUERE EL PEZ
- Hoy vas a pillar fino. pim pam pum. ¡Vas a pillar las del turrón!
- Tú si que vas a recibir y por partida doble. Paliza que te doy, y bronca de tu m-a-m-á, por dejarte pegar.
- Como me ponga el kimono, te vas a enterar.
- ¿¡Ah!?, ¿es que también sabes kunfú?
- ¡No, mira! Es que me lo pongo porque soy amigo de Bruce Lee, ¿a ti qué te parece?
- Que me suena a rollito misifú.
- Te va a gustar el modelito, si te da tiempo a verlo antes de que te envíe a la lona.
- Sólo te voy a decir una cosa
- ¿El qué?
- Que igualmente te voy a masacrar
- ¿Aunque te enseñe los luchacos o las estrellas de la muerte?
- Como si me enseñas la titola, ¡dolai!
- ¡Ahí las dau! Porque como te la clave, vas a acabar cantando en la Escolanía de Montserrá.
- ¡Pos tú vas a cantar ópera de la buena, tarau!
- Ópera no sé; pero del guantazo con la mano abierta que te pienso repartir a domicilio, te va a salir la actriz histérica de Tarzán y la Chita.
- Del cañardarzo crochet que te voy a cocinar, a ti sí que te va a salir la loca amante de King kong que llevas dentro, ¡nenaza!
- Te espero con los guantes puestos, medio Tyson.
- Voy a pelarte como a un kiwi, y te rebanaré como a un panecillo desprevenido.
- ¿En la puerta de tu casa?
- A las 5 de la tarde.
- ¡Torero!
- ¿Vale?
- Vale.
- ¡-Que te zurzan!
- Te voy a crujir.
- ¡Qué miedo!
- Patas pabajo vas a soltar en cuanto me veas, ¡piulín!
- Deja de maullar que vengo con los lobos.
- Aquí te espero.
- ¿A ti y a cuántos más?
- Me basto y me sobro. Quizá me traiga a mi doberman.
- Os saludaré con un cariñoso puntapié pal chucho y un directo en la mandíbula para el consorte.
- Pienso abrirte en canal.
- ¡Tiembla amiguete de los Pigmeos! Te vas tomando plantabit no vaya a ser que no te vea venir.
- Te voy a cascar, y fuertecito. Quiero provar lo que te dura el marfil dental en la boca.
- Estás muerto, fiambre.
- ¿Te puedo llamar ya momia, fantasma?
- A ti si que te voy a quemar la sábana, mamonazo.
- ¡Sin faltar, ¿eh?!
- No te preocupes. A las 5 estoy ahí. Y con mis zapatillas de ir por casa y el diario enrollao. Te voy a dar las del carmín.
- Eso. Pierde fuelle por la boca, que pronto vas a resoplar.
- Visualizo tus pedacitos derrochado por el asfalto.
- ¡Kacho mentecato!
- ¡Fagocítate las muelas!
- ¡Vas a espicharla, morlaco!
- ¡Cómprate una lápida!
- Hazte un seguro, y despídete de los tuyos.
- Prepara el testamento y avisa a la familia, ¡pimpín!
- Estás RIP.
- ¿RIP, RIP?
- Sí RIP.
- ¿A las 5?
- ¡A las 5!
- ¡Ahí estaré!
- ¡Aquí te espero!