BUROCRASIA FIU, FIU

Al resto de los burócratas, los informáticos les aplican el castigo del gatillazo. Cuando ya crees haberles olvidado,... ¡¡¡ZAS!!!, a tomar por saco el archivo construido con el sudor de toda una mañana de currito. Y a pesar de que en el fondo, lo perdido nunca será demasiado, a lo sumo media página DIN A-4, y con letra tamaño 14 a doble espacio... ¡¡al funsionario le parece un mundo de productividad kileado en un instante, claro!!

El pánico se extiende por el departamento cuando a alguno de los miembros se le casca el PC. Sabes que irrefutablemente acudirá un miembro de las hordas informáticas, y no se limitará a humillar a la “víctima” del problema suscitado. Seguro que te acaba salpicando colateralmente su “medicina informática”, como por ejemplo, cargándose la impresora comunitaria de nuestro elaborado sistema comunista de compartirlo todo, provocando nerviosismos y ansiedades a las que no está acostumbrado el burócrata por esos lares.

En su versión directa de dar caña al aborregado burócrata, el informático puede ser notablemente más contundente y letal.

Al son de “Xato, deja que prueve de nuevo una instrucción de comando, que es que no me acabo de creer que haya reseteado el disco duro de este pringado de aquí” señalando a tu compañero de desventuras, hueles que lo que maneja a este informático es “el poder de la destrucción ajena”. Todas sus palabritas escupen socarronería del cachondeito que les propulsa.

De todo el universo informático que gestiona el operativo burocrático de tu Administración, los nombres de los informáticos más peligrosos son voz pópuli. Se conocen. Y tu sabes a quién de ellos no quieres ver ni en pintura, ni que suba a "ayudarte" cuando el drama informático ataca ordenador.

Su rostro está en casi todos los pasillos del Ayuntamiento con un clarísimo WANTED, presidiéndolo.

Existe un prototipo generalista. Suelen llamarle “MAIKEL y sus muñecos”. Lo de los muñecos viene, porque no sabes porqué, pero después de cada una de sus intervenciones estelares, tu máquina adquiere autonomía propia de decisión, autodiscrecionalidad, gestión anárquica de actuación, y se enciende y s’apaga solo, así como otras parafernalias de difícil explicación.

Expedientes “X” informáticos. Fijo que te habrá soltado algún virus, y tan pancho el hombre.

Es el terror informático personalizado. Lo hace casi sin querer....

Ni hacker, ni cracker, ni leches. Simplemente Maikel, The killer.

Veamos el proceder de una llamada de solicitud de asistencia técnica informática en un Ayuntamiento.

Siempre que surge un problema en un PC, tú como no tienes ni flores de colores, te exasperas, no sabes que hacer, y claro, vas y les llamas por teléfono.

Con educación tratarás de explicarles lo que tú ni entiendes ni te importa. El caso es que tu PC está agonizando y tu productividad está rozando la suela del zapato. No es que te importe mucho, pero en algo tienes que entretenerte durante tu horario. Sino sería insoportable, ¿no?

Ellos tratarán de convertir tu contacto telefónico en una plática surrealista. La conversación servirá para que tu figura se vaya empequeñeciendo, al unísono que empieza a parecerte que eres un concursante del programa “¿A que eres gelipollas, ¡¡¡idiota!!!?”.

Sólo después de humillarte hasta la saciedad, y no saber a qué viene que te llame Pepito, o simplemente, Grillo, tú llegarás a creer que no sabes ni dónde tienes el teclado o el ratolín, para finalmente, darte cuenta que el informático, en un cuarto de hora de toreo, no ha logrado solucionarte un carallo.

Ni tan siquiera ha funcionado un presunto truco de fuerza mental que te ha obligado a ejercitar delante de la pantalla, consistente en cerrar los ojos y con las uñas del pie izquierdo rascándote el cogote, repetir cual mantra, y a todo pulmón, la frasecita “Soy tu esclavo, soy tu esclavo”.

Por supuesto, tras mil intentos fallidos, insultarte hasta la afonía del interlocutor, y con los pantalones bajados hasta los tobillos “a una orden suya”, le pedirás por favor que suba de una vez por todas a rescatarte del naufragio informático en el que estás metido.

Mil lagartos escupirán su boca, y maldecirán el día en que te dieron de alta entre sus claves y códigos de seguridad.

En el caso de que se digne a subir a tu departamento, te hará esperar un par de horitas de relós (tú, “to parao”, claro). Y cuando creas prudente volver a ponerte en contacto con él para ver si se ha olvidado de tu situación, el informático entrará en tu departamento, y a grito pelado espetará:

-“¿ANDE ESTÁ el soplapollas al que no le va la Machine?”.

Una vez seas identificado, te escupirá un sepi al pie, pero a la altura de la pantorilla, claro. Como para marcar su propio territorio comanche.

Los informáticos veteranos simplemente te lo enmarcarán en pleno careto, en un lanzamiento tipo aspersor o rociador. No por nada, sino para no marginar ni un centímetro de tu piel facial.

Mientras va desgranando cómo bailará sobre tu tumba cuando acabe contigo, Tú, tope pringado, le besarás el betún de los zapatos, y alabarás su rauda actuación.

Una vez le hayas traído un cafetito y el diario de gorra, el informático con todas las desganas de que sea capaz, tecleará un par de consignas, reseateará hasta la saciedad, manoseará por el teclado y las tripas del “Ogro”, para acabar con un par de acciones marciales a lo Matrix, apuntando un par de pataditas directas al ventilador y al disco duro. Y una de dos:

1) O bien, tras resolver el entuerto, te echa una miradita de muerte, mientras un torrente de espuma va volcándose cual cascada desde su boca entreabierta. Entonces, se huele y se masca. Entre dientes, pero con toda claridad, podrás oir:
- “Analfabeto iletrao de mieeerdaaaaa!!!. ¿para esto he tenido que subir hasta aquí?...., y to pa náááááá!!!”

Si no te pega, date por contento...

2) O bien, la joden definitivamente, se cabrean, se sulfuran, y te acaban clavando en pleno careto un cartelito que pone: “PC - R.I.P.” Y ya no se te arrancará “never again”.

Adornando su actuación estelar te soltarán un:

- “¡Misión cumplida, Xavá!, ya puedes buscarte una alternativa que aquí no hay na que haser con la máquina”....

Y copón en la testa. Así de sencillo.Tu PC inservible, jodido pa siempre, y el chulo chips tan fresco.

No debes putearte. Todo esto es comprensible en el sí de la lógica informático-orweliana que domina el mundo.

Su principio conductista es simple: si todo va de puta pena, ellos, los funcionarios, seguirán necesitándonos, y así las máquinas y los programitas continuarán vendiéndose a porrillo, especialmente los programas rectificadores de programas que no chutan susceptibles de ser rectificados, ¡¡¡y dale candela!!!

La dinámica del Hard-Soft-Power responde a un entramado maléfico del que van de la mano la macroorganización sectaria de “informáticos of the world” y las empresas de hardware y software mundial.

Como colofón a su raid destructor y para rematar su presencia en tu departamento, el “Loco del Chip” soltará “un solo dialéctico". Con él aprovechará para recargar su ego personal, entregándose con pasión a un discurso de autoensalzamiento, dedicándose unos minutos de gloria y de cariño a costa de tu candidez y tu absoluta perplejidad de neófito usuario informático.

Como si fuese un auténtico Gurú Iluminado por la varita del Conocimiento, soltará una serie de perogrulladas mágicas sobre la RAM, el ROM, el HARD y el SOFT, y patatín y patatán, y resumirá el meollo de lo ocurrido y del desastre que dejará a sus espaldas como que “esto es un fallo del sistema definitivo, tú (señalándote) eres un gelipollas integral y ¡Hasta luego, Lucas!”.

Efectivamente. No esperes más: ahí acabará su intervención. Se abrá pirado.

Así que ya puedes ir pensando en suplicar a los de Compras (otros huesecitos) que piensen en ti la próxima vez que vayan a destinar recursos para renovar el parque informático....

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